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Una cartera estirada por una aseguradora y un hospital, explicando las 3 verdades del aumento del seguro de gastos médicos en México.

El aumento del seguro de gastos médicos es una constante dolorosa para miles de familias y empresas en México. Cada año, sin falta, llega la carta de renovación con un incremento del 15%, 20% o incluso más, muy por encima de la inflación general. La reacción natural es la frustración y la sensación de impotencia, a menudo culpando exclusivamente a la “avaricia” de las aseguradoras. Pero la realidad es mucho más compleja; es un problema sistémico con múltiples actores, y no exponerlo sería faltar a nuestra promesa de claridad.

Como tus estrategas en Adactia, no estamos aquí para darte la misma explicación superficial de siempre. Nuestra labor es sumergirnos en la raíz del problema y darte las herramientas para navegarlo. Hoy vamos a desentrañar el círculo vicioso detrás del incesante aumento del seguro de gastos médicos, revelando las 3 verdades incómodas que todos los involucrados —aseguradoras, hospitales y hasta los propios usuarios— deben confrontar.

 

Verdad Incómoda #1: La “Inflación Médica” y la Siniestralidad Disparada

 

La primera pieza del rompecabezas es un concepto llamado “inflación médica”. No es la misma que la inflación de la canasta básica. Es un indicador especializado que mide el aumento en el costo de los servicios de salud, y en México, ha rondado consistentemente entre el 15% y el 18% anual. ¿Por qué es tan alta?

  • Avances Tecnológicos: Nuevos equipos de diagnóstico, cirugías robóticas y medicamentos innovadores son increíblemente costosos, y su precio se traslada a la factura final.

  • Envejecimiento y Enfermedades Crónicas: Vivimos más tiempo, pero a menudo con padecimientos crónicos (diabetes, hipertensión, cáncer) cuyos tratamientos son largos y caros.

  • Mayor Uso Post-Pandemia: La conciencia sobre la salud aumentó, y con ello, el uso de las pólizas para chequeos y tratamientos que antes se posponían.

Todo esto provoca una “alta siniestralidad”: las aseguradoras pagan cada vez más dinero en siniestros en proporción a lo que reciben en primas. Para no quebrar, deben ajustar sus precios al alza. Es una reacción matemática a una realidad de costos crecientes.

 

Verdad Incómoda #2: El Sobreprecio Sistémico de los Hospitales

 

Esta es quizás la parte más opaca y frustrante del problema. Es un secreto a voces que muchos hospitales privados en México manejan un doble estándar de precios: uno para el paciente que paga de su bolsillo y otro, significativamente más alto, para el paciente que cuenta con un seguro.

Sabiendo que el pago proviene de una institución financiera, se incurre en prácticas que inflan artificialmente el costo de cada siniestro. Esto incluye el cobro excesivo por materiales básicos (una caja de guantes a precio de oro), la realización de estudios no indispensables, o la prolongación de estancias hospitalarias. Cada factura inflada contribuye directamente a la alta siniestralidad que mencionamos en el punto anterior. Este sobreprecio crea un círculo vicioso: los hospitales cobran más porque es un seguro, y el seguro sube de precio el siguiente año porque los hospitales cobraron más. Mientras no exista una regulación de precios más estricta, este factor seguirá impulsando el aumento del seguro de gastos médicos.

 

Verdad Incómoda #3: El Rol del Usuario y la Falta de Asesoría

 

Finalmente, debemos mirarnos en el espejo. La percepción de que “el seguro lo paga todo” a veces nos lleva como usuarios a no cuestionar los costos. Aceptamos procedimientos o tratamientos en los hospitales más caros sin preguntar por alternativas de excelente calidad pero de costo más controlado.

Aquí también recae una enorme responsabilidad en los asesores. Un vendedor de pólizas tradicional no tiene incentivos para educar a su cliente sobre el uso consciente de su seguro o para guiarlo hacia redes médicas de costo-eficiencia. Un verdadero asesor, en cambio, te ayuda a entender que usar la póliza de manera inteligente no solo te beneficia a ti, sino que contribuye a la sostenibilidad del sistema. A veces, la solución no está en tener la póliza con la suma asegurada más alta, sino en la que tiene la red y la estructura más inteligentes.

 

Conclusión: La Estrategia como Única Defensa

 

Si bien no podemos detener la inflación médica, sí podemos combatirla con estrategia. Un asesor de Adactia no solo te vende una póliza, sino que se convierte en tu aliado. Te ayudamos a elegir planes con redes médicas de alta calidad y costo controlado, y durante un siniestro, auditamos las cuentas para defendernos de los sobreprecios. Ante el inevitable aumento del seguro de gastos médicos, la única defensa es la inteligencia financiera y el acompañamiento real.

Si estás cansado de los aumentos injustificados y la falta de explicaciones, agenda una asesoría. Es hora de poner a un experto de tu lado.

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